• Mantenga siempre el contacto visual al hablar con la persona. No trate de hablarle cuando no se puedan ver uno al otro.
• Cuando vayan a conversar, reduzca el nivel de ruido de fondo, u otro elemento perturbador.
• Es probable que socializar con una sola persona, o en pequeños grupos, resulte más satisfactorio que tratar de hacerlo en grupos numerosos. Hable de antemano sobre quiénes estarán en el grupo, y de los posibles temas que se discutirán.
• Déle tiempo suficiente al paciente de EP para que pueda procesar lo que se ha dicho y responder.
• No salte de un tema a otro durante una conversación.
• Al hablar sobre personas y temas específicos, sea conciso. Use nombres propios, en lugar de pronombres (por ejemplo, “María” en vez de “ella”).
• Cuando le pida a un paciente de EP que escoja entre una y otra cosa, ofrézcale varias opciones. Por ejemplo, para que decida lo que va a cenar, pregúntele: “¿Quieres pollo o carne?”, en lugar de: “¿Qué quieres de cena?” Hágale preguntas que puedan contestarse con “sí” o “no”.
• Cada mañana, pase revista a las actividades del día. Anote la información importante (por ejemplo, a dónde ha ido y cuándo volverá) en una pizarra de borrado en seco colocada en un lugar de la casa que pueda verse con facilidad.
• Mantenga rutinas invariables, y realice sus actividades cotidianas en el mismo orden diariamente. Las personas que tienen problemas de memoria funcionan mejor durante el día, si saben lo que va a ocurrir y cuándo.
Fuente: www.aorana.com
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