Estreñimiento en la enfermedad de Párkinson

El estreñimiento es un síntoma frecuente en la enfermedad de Párkinson, que puede manifestarse años antes que los síntomas motores.

Se debe en gran medida a que la enfermedad afecta el funcionamiento del sistema nervioso autónomo que es el que regula distintas funciones de nuestros órganos o a la propia medicación del párkinson.

El estreñimiento ocurre cuando los movimientos del intestino se ralentizan y se vuelven menos frecuentes, interrumpiendo el transporte normal de las sustancias.

El estreñimiento en pacientes con enfermedad de Parkinson se asocia a un incremento del riesgo de desarrollar a lo largo del tiempo, deterioro cognitivo, incluso demencia.

Consejos ante el estreñimiento:

  • Una dieta equilibrada, rica en fibra que incluya frutas, verduras, legumbres y pan. Siendo la fibra uno de los aspectos esenciales. Es importante que sepas que la fibra en las frutas, está en su piel y que las frutas con semillas comestibles, como la fresa o el kiwi, tienen la mayor cantidad de fibra
  • Alimentos probióticos. Los lácteos fermentados, como el kéfir y los yogures, ayudan a aliviar el estreñimiento.
  • Ingiere de entre 1 ½ a 2 litros de agua diarios. Puedes incluir otros líquidos, pero teniendo en cuenta que la leche causa estreñimiento en algunas personas.
  • Evita ciertos alimentos. Los ultra procesados (pastelería industrial, salchichas, pan de molde…), la comida rápida, el arroz blanco y la carne roja son algunos alimentos no recomendables si se sufre de estreñimiento.
  • Evita la cafeína. Los cafés, refrescos y demás bebidas altas en cafeína parecen tener un efecto deshidratante mientras se padece el síntoma. Es mejor evitarlo hasta que se recupere la normalidad intestinal.
  • Haz ejercicios regularmente.
  • Más comidas, menor cantidad. Algunas personas con párkinson notan que comidas más pequeñas con menos espacio en el tiempo les ayuda con el estreñimiento, ya que así se estimula más la función del intestino.
  • Come con pausa y sin prisa. Si saboreas lentamente el plato, masticas correctamente y prestas plena atención a la comida, favorecerás a la evacuación.
  • Mantén unos horarios fijos. Ser regular tanto en horarios de comida como de ir al baño tiene efectos positivos.
  • No resistas a las ganas de defecar.
  • Si es necesario usa laxantes suaves, pero no uses laxantes durante más de dos semanas sin consultar a tu médico ya que esto pudiera agravar los síntomas.